Aquí en este espacio lúdico les he dicho, en incontables ocasiones, tantas como barbaridades y desfiguros hace el presidente en turno, que no vale la pena enojarse con los polacos mexicas. Sí, lectoras insumisas y de todos mis respetos, prefiero hablarles a ustedes de la belleza de los volcanes, de la vista que se recrea con el vuelo de los colibríes, de la salida del sol y el calor y color que proyecta y cobija a los árboles y a las plantas y a las flores. Sí, mejor hablar de la hora de la comida, en donde reunidos los compas y las comadres en la casa, se saborea un pulque de los llanos de Apan –el curado de piñón es soberbio-, y luego, para que no se nos olvide lo mexicano que todavía existe en este Mexicalpan de las Ingratas, deleitarse con una sopa de flor de calabaza –en el molcajete debe haber unos chilitos verdes y aguacate y unas rajas de queso Cotija-; en el tocadiscos habrá música de José Alfredo Jiménez y de Rubén Fuentes; luego seguirá el arroz con dos huevos coronando el plato; las tortillas de maíz morado estarán calientitas; después, como plato fuerte un rico filete de ternera nadando en verdolagas y quelites, y claro unos frijoles negros, refritos, estarán en su cazuela para acompañar tales manjares. De postre pueden hacer, queridas amigas no panistas, unas guayabas cocidas con azúcar y canela. Claro, durante el banquete -que es bueno, sabroso y barato- a ponerse a platicar de todo, a reír, a recordar viejos tiempos, por ejemplo recordar que antes México era de nosotros y para nosotros, recordar a Juárez y a Morelos, y para que no se indigesten, para que la comida no les haga daño, no hablar para nada de los retenes de soldados y del uso de militares que hace el señor que despacha en Los Pinos, no, no hablen de eso, y menos tocar el tema de las guarderías que impulsó el mismo señor de Los Pinos y que tanta muerte de niños y niñas inocentes a provocado, y claro, no hablen tampoco del tema de la impunidad ni de las injusticias ni de las violaciones a la Constitución del 17, no, no se les vaya ocurrir hablar de eso, porque los retortijones los tumbarán de sus sillas y la alegría mexicana se acabará. No toquen el tema de las sinvergüenzadas de los políticos mexicas y menos de las campañas de los partidos en donde corren carretadas de dinero y las promesas nos atosigan la vida. No, hablen, como arriba digo, del sol, de la luna y las estrellas. Es mejor y más sano. Digo, ¿no? Vale. Abur.
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16 d junio 2009
Cuando yo me iba a tomar mi democrático tequila blanco, un paisa, obrero despedido que siempre se sienta en una mesa cercana a la mía, y que ya traía uno o dos alipuses entre pecho y espalda, se levantó de su asiento y me dijo que él no iba a votar, no, de ninguna manera, compañero Bracho, mire: -“Estoy harto de ver cómo los diputados ganan millones y millones pesos y además tienen autos de lujo, y comen, no como nosotros aquí, sino en restaurantes de un chorro de estrellas y que además, los condenadotes sólo han vendido a nuestro país a los intereses de los dueños de la pachocha, y todos los cambios a la Constitución del 17 han servido para traicionar los principios de la revolufia y favorecer a los terratenientes y a los sacadólares, y ellos y los senadores, juntos, son una bola de entreguistas pues a nosotros los obreros despedidos nunca nos han ayudado y la justicia nos mete a la cárcel, y los ricos, roban, asesinan niños, saquean a la nación y son apapachados por el presidente. No, no voy a votas compañeros, que quede claro.”- Y mi compa, ya casi con lágrimas en los ojos, volvió a su silla y se empujo los restos de su cuba y se sumió en sus pensamientos y en su estado de frustración. Yo también termine mi tequila y me puse a pensar en lo el compa había expresado tan vehementemente. Me dije que razón no le faltaba, porque el señor que habita en Los Pinos…Iba yo a seguir el hilo de mis pensamientos cuando María, la bella y altiva María, me puso unas rebanadas de queso Cotija y unas tortillas que humeaban de calientes. Eso me hizo pensar que no era bueno para el estómago pensar en los desatinos y desfiguros y la desfachatez de los funcionarios panistas en relación a los niños y niñas que fueron muertos por el incendio en Hermosillo. Sí, criminal la actitud de esos señores dueños y la impunidad manifiesta que existe en el país, ante eso, como digo, y dado que si uno protesta y dice ¡Ya basta! le echan a uno sesenta y siete años de cárcel por los cretinos jueces mexicas. No, mejor ver las piernas morenas de María, mejor escuchar en la rocola a Juanga y mejor empujarse otros tequilas y comerse unos tacos de queso Cotija con rajas de chile verde y algo de aguacate. Sí, mejor eso y no que las tripas y el higado terminen destrozados por las horribles cosas que pasan en este Mexicalpan de Las Ingratas. ¿No?Vale. Abur.
9 de junio 2009
En este nuestro país azotado por la plaga política que encabeza el señor que habita en Los Pinos la mentira se ha enseñoreado, la mentira y la impunidad, claro, son el común denominador. Por eso cuando yo estaba en Mi Oficina, gozando de ver las piernas de María y bebiendo mis tequilas y haciéndome unos tacos de guacamole con rajas de queso Cotija, un paisa de la mesa vecina se levanto y me grito que si yo sabía que quería decir eso del ife, y le iba a responder, pero mi cuate, ni tardo ni perezoso, se contestó el mismo diciendo que el ife era el instituto del fraude electoral. Dicho esto, se empujó el último trago de su cuba y sin más salió por la puerta. Yo me quedé pensando y me dije a mi mismo que quizá no ande tan equivocado el juicio de este compa, pues no es la primera vez que lo oigo. Y cuando yo arriba digo que la mentira es la que impera en este nuestro Mexicalpan de las Ingratas, lo digo por lo que a diario y desde que los cínicos panistas –en contubernio con los priyistas- nos dizque gobiernan nos ha sucedido que: el habitante de Los Pinos dijo que era el presidente del empleo, resultado: mentira. Que las guarderías por él programadas serían lugares de paz y tranquilidad para los niños, resultado: mentira vil. Decenas y decenas de niños muertos en Sonora. Y el señor sigue tan campante, y también su parentela que está conectada a esta tragedia nacional. Y pregunto: ¿Las madres mexicanas que han sido ofendidas, que han matado a sus hijos, votarán por los infames panistas? La respuesta se la dejo a las madres víctimas de la política desnacionalizadora y entreguista del que despacha en Los Pinos. Yo, para enjugar las lágrimas que me produjo tan terrible acontecimiento, o sea la muerte de tantos niños y tantas niñas, niñas que no conocían, ni conocerán ya más una puesta de sol, el nacimiento de una flor, la amistad con otros niños, que no sabrá nunca lo que es el amor al padre, a la madre, al hermano, para paliar esas lágrimas, digo, no votare por tan indignantes gobernantes. El fascismo está presente con este régimen, no permitamos que crezca y se asiente en definitiva en este país que todavía guarda recuerdos de Juárez y de Sor Juana y de Leona Vicario y de la Corregidora. Voy a votar para botar a los desvergonzados políticos panistas. ¿Me acompaña en este deseo, madre mexicana? Vale. Abur
2 de junio 2009
Todos nosotros, los mexicas, ya no sentimos lo duro sino lo tupido. Sí, por todos lados nos llegan los golpes, los sinsabores, las torturas, los robos, los asesinatos, los secuestros. Por un lado los orondos diputados y senadores que no nos representan para nada y que se dedican a avalar los golpes culturales y financieros que los calderonistas nos inflingen día a día. Eso por un lado, porque por el otro, si llueve fuerte y soplan vientos huracanados, las casas que caen, los deslaves que arrasan todo lo que encuentra a su paso, las víctimas son la gente pobre. Y si hay una crisis financiera los dueños de la charola del dinero despiden a obreros y trabajadores, ellos, los ricototes tienen tanta fortuna que sus bolsillos no lo sufren. Y si la economía mexica se hunde, el hundimiento lo padecemos todos los de abajo, nos suben impuestos, nos cobran más por el gas, por el diesel, por el agua y por la luz. A los de arriba no los toca el señor que habita en Los Pinos. Y desde luego, la clase en el poder no rebaja, ni por asomo, sus salarios, ni sus bonos ni sus fondos ni sus dólares ni sus euros. Y los de abajo a apechugar con las políticas saqueadores e injustas de la clase gobernante. Y si protestan los maestros, y si los obreros quieren hacen una huelga, y si los campesinos piden apoyos para el campo, los toletes de los policías entran en acción, y claro, los jueces a dictar órdenes de aprehensión en contra de esos desarrapados y malagradecidos hombres y mujeres de la raza de bronce. Total, el pueblo a pagar los platos rotos de los panistas y de los prisitas. Y como al perro más flaco se le suben las pulgas, y como a los paisas el gobierno casi fascista que padecemos los tratan como ciudadanos de cuarta, yo, por lo pronto, para no tragar más corajes, para tratar de soportar el derroche y las frases huecas y cínicas de los candidatos a los puestos de la elección del próximo mes, me voy corriendo a donde ustedes, lectoras insumisas ya saben: a Mi Oficina, y allí con mis tequilas y con mi queso Cotija y mis frijoles y mis tortillas de máiz morado y las canciones de Chava Flores y José Alfredo Jiménez, tratar de olvidar las traiciones y violaciones que a la Constitución le hacen los pripanistas. Sí, le diré a María que me sirva la otra, y que ponga la rocola a todo volumen. Y a esperar que la raza reaccione y saque a patadas a los que nos engañan y hunden en el fango político, ¿no? Vale. Abur.
26 de mayo 2009
Esa tarde María, la bella mujer nativa de Xochimilco, y que atiende a los parroquianos que asistimos a Mi Oficina para encontrar allí un remanso de paz, para tener allí un encuentro con los paisas que han sido despedidos de sus trabajos, producto de la política del señor que despacha en Los Pinos y que en su campaña política se decía el presidente del empleo. Sí, allí en ese sitio maquiavélicamente democrático y al calor de las cubas y de los tequilas, con el queso Cotija colocado en tiras alrededor del molcajete con guacamole y con las tortillas de maíz morado, calientitas y listas para llevarlas a la boca, y si el hambre acosa –que es lo normal en este país en donde los de arriba, los capitalistas, los diputados, los senadores, los gobers, comen en serio, comen en restaurantes de cinco estrellas, piden vinos de reyes, y duermen –como el tristemente célebre señor de las botas- en sábanas de lujo y almohadas principescas, y a sus perros loas alimentas con filetes que ya los quisieran miles de familias mexicas para mitigar el hambre al que los panistas las han sumido. Y luego, después de dos o tres tragos del tequilín, y luego de unos tacos con el queso Cotija de antología y unos chilitos toreados que hacen que el calor llegue no sólo al cuerpo, sino al alma, poner en la rocola a Gardel y con sus tangos seguir recordando la traidora y siniestra política exterior del señor que habita en Los Pinos, y que representa una vergüenza –que no tienen, claro- republicana y una vuelta de espalda a la tradición hospitalaria de esta nuestra sufrida Mexicalpan de las Ingratas. Sí, las mentiras oficiales, los vanos discursos con los que gobierna el actual presidente, nos llevan, a los clientes de María –oiga usted, paisano qué mujer, qué ojos, qué muslos…- a pedirle más volumen a la rocola y decirle que nos traiga más copas para mitigar el dolor y ocultar un poco la pena que nos da el espectáculo deprimente de las campañas de los polacos mexicas. Sí, mientras esas campañas cuestan millones y millones y millones de pesos, los mineros, los campesinos, el pueblo, deben pensar seriamente en decir ¡Basta! Digo, ¿no? Vale. Abur
20 de mayo 2009
Carlos Bracho
Vaya que la crisis nos está dando duros golpes al bolsillo y al alma y al espíritu. Con tantos problemas que se abaten sobre nuestra cabezas podemos decir que ya no quiero queso sino salir de la ratonera. Y sí, lectora insumisa, lectora no panista, hoy, más que nunca, nuestro Mexicalpan de las Ingratas se ha convertido en eso, en una vil ratonera. Por donde vea uno, a donde uno se haga o se mueva, allí saltarán los ratones, los de dos patas y los de cuatro. Ya ni las lluvias nos dan consuelo, ya ni el agua que cae del cielo no saca del marasmo al que nos ha sumido el descompuesto, entreguista y mal gobierno del señor que hoy habita en Los Pinos. ¿Que estamos en crisis? ¿Qué el cierre de negocios está presente? ¿Qué el dinero no alcanza ni para comprar tortillas? Sí, es cierto. Hay una horrible crisis financiera, moral y material y el morador de Los Pinos que dice que salvó a la humanidad, ahora aquí, en este nuestro México lindo y querido, le decimos que nos salve a nosotros, que empiece a correr a los y a las ineptas funcionarias que cobran enormes cantidades de pachocha, y que dentro de las medidas que tome, la más principal sea el rebajarse los sueldos y quitarse las primas y dar de baja a los guaruras y que los funcionarios ya no tengan autos de lujo y que no coman en restaurantes de un chorro de estrellas y que si lo hacen lo paguen de su dinero –pero una vez que se rebajen sus suelditos- y que los soldados se metan al cuartel, y que al crimen organizado lo combata rehaciendo la trama social, cultural y política desde abajo, desde la educación primaria y que corra a los jueces corruptos que dan amparos a los vendedores de chueco, a los rateros, a los policías y a los políticos. En fin que muchas cosas son las tareas que hay que hacer, pero el señor Calderón ni suda ni se abochorna. No da un paso firme para combatir la corrupción y sigue el mismo nivel de impunidad. Sí, ¡ay! por nuestro México y ¡ay! por los mineros y los estudiantes y los obreros sin dinero. Yo, de puritito coraje, me voy corriendo a Mi Oficina y abrazaré a María, le daré un beso y luego me echaré entre pecho y espalda unos tequilas y comeré un queso Cotija y unas enchiladas rojas y remataré con una frijolitos negros y unas tortillas azules. Sí, la penas con algo de comida adentro, son más llevaderas. Oiga, ¿qué mexicano votará por los cínicos panistas? Vale. Abur.
29 de abril del 09
Lo que a México, nuestro golpeado país mexica, le faltaba era esto que nos está ocurriendo y que ya ha causado decenas y decenas de muertos. Muertes que dejan dolor, pena y un vacío inmenso en cada uno de sus hogares. Esto arroja un resultado desastroso y que es inocultable: el ninguneo, la falta de apoyo total e integral al sistema de salud nacional por parte de los gobiernos panistas que tienen, como la historia lo demuestra, una gran vocación para ganar dinero, para explotar a los trabajadores, para aniquilar a los sindicatos, para olvidar a los indígenas, para golpear a las amas de casa, para quitar apoyos a las universidades públicas, para atentar contra los valores culturales, para entregar las propiedades de la nación a manos de capitalistas feroces, para comprar todo y vender todo. Y ahora, como arriba digo, la peste que se abate sobre inmisericorde sobre las población desamparada. Y lo que también me duele, no tanto como el sufrimiento de hombres, mujeres y niñas por la casi pandemia, es el no poder asistir, a curar mis penas y sanar mis cuitas a Mi Oficina, y el no poder echarme unos tequilas blancos, y el no poder ver a María con sus adorables ojos y su andar de Venus mexica y el no poder escuchar las canciones de Chava Flores y las de José Alfredo, y sobre todo me duele no convivir con los compas que no faltan a la cita y que ya entrados en gastos se lanzan contra el señor que habita en Los Pinos y al que le dedican unas frases monumentales como la que un obrero despedido lanzó a los cuatro vientos: “Hijos de su mal dormir, ches azules, mi familia y yo fuimos agredidos en un retén por sus soldados y el dolor no se me quita, váyanse ya de este país y déjennos en paz, vendepatrias.” Y siguió mi compa la retahíla de quejas contra este gobierno casi fascista. En vista de esto, y que debo estar refundido en el fondo de mi casa, leeré mis libros de historia patria, me serviré un tequilita blanco y me prepararé un guacamolito con chilitos verdes y mi democrático queso Cotija, y pondré en el comal unas tortillas de máiz morado, y pondré en la mesa un retrato de María. Mientras esperaré a que las autoridades puedan combatir el mal y se pongan, ahora sí, a trabajar por que la epidemia no se prolongue y digan la verdad de lo que sucede. Y ojalá que los tequilas mareen y maten a los bichos nocivos y me echen una mano para aguantar vara. Digo ¿No? Vale. Abur.
22 de abril 2009
Oiga usted, lectora insumisa, después de la actuación tan deplorable y entreguista del habitante de Los Pinos, que escenificó en la pasada cumbre de los mandatarios de este hemisferio, en donde se alineó con el poderoso país del norte, como lo hacen los hombres que no tienen una posición basada en la independencia y soberanía de la nación mexica. Con esa actuación, México ha quedado ahora, más que nunca, como el hermano mayor que era, convertido en el vecino que cuida del patio trasero de los gringos. Sí, a los calderones, por ejemplo. les impiden que los trailers nativos crucen hacia los EEUU, y él señor que despacha en Palacio ni suda ni se abochorna. Bueno, sí, les dice y les habla y les echa el rollo, pero los primos no se dan por enterados y en ese tenor de no hacernos caso están las cosas en relación a ese país del norte. Sí, ya no podemos hacer nada sino es con la anuencia de las compañías trasnacionales, ya la independencia y la soberanía nacionales no existen, y el dicho señor que está sentado en la Silla, en lugar de tomar posición de coraje y de poner un alto a la injerencia del imperio, en lugar, digo, de dar un aletazo de dignidad y de defensa de los intereses nacionales, lo que hace es plegarse totalmente a los designios del capital. México, con esa actitud tibia y contraria a los ideales revolucionarios, ha dejado de ser un referente para los países centro y sudamericanos y ha perdido el liderazgo que había demostrado en su política exterior. México hoy es un número más en la hoja económica de los norteamericanos. Sí, es vergonzosa la manera de conducir los asuntos de política exterior de los horrendos panistas. Por eso, con ellos en el poder nos podemos preguntar: ¿Cuál independencia? ¿Cuál soberanía? ¿Cuál defensa de la patria ante los embates del gran capital? Nada de eso. Ahora todo es gringo, todo se vende y compra en dólares, todos los anuncios que afean nuestras ciudades están en inglés y venden productos extranjeros. Por eso Zapata y Villa y Morelos se retuercen de coraje en sus tumbas. Y con esto otra pregunta: ¿de veras habrá un mexicano juarista y sensible que vaya a votar por las cuevas y por los vasquesmotas y por todos y todas las panistas que han golpeado a los sindicatos y a los campesinos y a los obreros y a las amas de casa? Sí, mexicano, piensa y razona y luego vota. Digo, ¿no? Vale. Abur
15 de abril 09
Dicen los que saben de esto, que la historia es la misma de siempre, o sea que la historia siempre se repite, sólo cambia de nombres. Veamos: el antiguo inquilino de Los Pinos, el tal Fox, en sus discursos hablaba de logros, metas cumplidas, aumentos y horizontes grandiosos; claro, el pueblo, los periodistas, y todo mexica de valor bautizó tal actitud diciendo que el señor vivía en una “foxilandia” pues la realidad saltaba a la vista, sí, problemas, atrasos, incumplimientos, retrocesos económicos, corrupción, fraudes estaban presentes en su gobierno. Y ahora resulta que –la historia se repite, pues- con el señor que despacha en Los Pinos este dice cosas que sólo existen en otro país, que hay logros impresionantes y rescate de empleos y el país en auge y en paz. Que nos pregunte a todos los ciudadanos de a pie, a los mineros, a los campesinos, a los obreros, a las amas de casa, a los despedidos, a los jóvenes, a las pequeñas industrias, a los pequeños comercios, a los taxistas, a los carpinteros, a los indígenas y si después de esa encuesta sigue con la cantaleta que todo va bien, pues entonces el pueblo mexica, como a su tristemente célebre antecesor, lo bautizará como un señor que vive en calderolandia. Ahora bien, lo que no especifica el señor Calderón es que al referirse a que todo está bien y todo está blindado y OK, lo hace pensando en la clase en el poder, la clase pudiente. Sí, si eso nos dijera la cosa podría cambiar un poco. Porque los de arriba, los de la pachocha están bien, los banqueros más ricos que nunca, los jueces ganando millones de pesos, los dueños de la charola del dinero nadan en el él, los de la alta sociedad viven espléndidamente, a sus perros los alimentan con bisteces y sus piscinas están rebosantes de líquido, viajan al extranjero en yates de lujo y en aviones particulares, los políticos pripanistas se hospedan en hoteles de lujo sultanesco. ¡Ah! Ahora sí, allí está la bolita. Resulta que el discurso calderonista –calderolandia- está basada en estos valores de la clase en el poder. Allí sí todo está OK, aquí abajo, con la canalla, con el popolo, con la raza de bronce el frío, el fraude, los crímenes, los robos, los retenes de soldados, el hambre, el desempleo, la quiebra. Le digo a usted, lectora insumisa que con este señor en la Silla no gana uno para vergüenzas. Mejor a meternos a Mi Oficina y con unos tequilas soportar la calderolandia. Digo, ¿No? Vale. Abur.
8 de abril 09
Cuánta razón tiene la gente de mi rancho al decir que cae más pronto un hablador que un cojo y que por la boca muere el pez. Sí, mire usted amiga no panista, resulta que los temibles azules, sí, esos y esas que se dicen muy decentes y que tanto criticaban a los priyistas porque estos saltaban de un puesto a otro, con singular alegría, y sin respetar la jerarquía de una república democrática. Los horrendos panistas se morían de la rabia al señalar que un diputado saltaba como saltimbanqui y como corredor de vallas de una secretaría a otra y con la gravedad de que el dicho señor saltador, por ejemplo, era ingeniero civil y a donde el presidente en turno lo enviaba era a la secretaría de pesca, y que además, el fulano favorecido, no había salido nunca al mar y tampoco conocía los ríos y lagunas mexicas. Y los siniestros azules se daban gusto lanzando burlas e improperios contra el dedo designador. Y claro en sus campañas políticas los irredentos azules prometían el oro y el moro, decían que ellos amaban a la familia mexica, que amaban a su país y que lo librarían, de llegar al poder, de las mafias priístas. Y ¡zacatelas! que se trepan a la silla grande y ¡oh! decepción, ¡oh cruel desengaño! Ya dueños y señores del poder empezaron a actuar como lo que son –en mi pueblo Colotlán, les dicen que son políticos ratoneros- seres que aman el dinero, las canonjías y las prebendas, y que hacen y deshacen las leyes para favorecer sus más negros intereses, intereses que no son los de la Nación, que quede claro. Y hoy, la realidad nos oprime el cogote, nos hiela el alma, nos quitan el tapete, nos decepcionan a más no poder. Sí, mírenlos ustedes, lectoras insumisas, se van de un puesto a otro y lo hacen con todo el cinismo de que son capaces. El que habita en Los Pinos ni suda ni abochorna y mueve su gente pa´rriba y pa´bajo, y mire nomás el estado lamentable en el que están dejando a este nuestro Mexicalpan de las Ingrata. Sí, los y las azules resultaron peores que los que ellos criticaban. Así las cosas no me queda más remedio que curar mis penas con unos tequilas y con unas canciones de José Alfredo. Y para el hambre y sed de justicias que arrecia en la población, a pesar de soldados y cuicos para reprimir las voces de libertad y justicia, dos tragos de licor me calman un poco y me dan ánimos para salir luego con María. Digo ¿No? Vale. Abur.