16 d junio 2009

Cuando yo me iba a tomar mi democrático tequila blanco, un paisa, obrero despedido que siempre se sienta en una mesa cercana a la mía, y que ya traía uno o dos alipuses entre pecho y espalda, se levantó de su asiento y me dijo que él no iba a votar, no, de ninguna manera, compañero Bracho, mire: -“Estoy harto de ver cómo los diputados ganan millones y millones pesos y además tienen autos de lujo, y comen, no como nosotros aquí, sino en restaurantes de un chorro de estrellas y que además, los condenadotes sólo han vendido a nuestro país a los intereses de los dueños de la pachocha, y todos los cambios a la Constitución del 17 han servido para traicionar los principios de la revolufia y favorecer a los terratenientes y a los sacadólares, y ellos y los senadores, juntos, son una bola de entreguistas pues a nosotros los obreros despedidos nunca nos han ayudado y la justicia nos mete a la cárcel, y los ricos, roban, asesinan niños, saquean a la nación y son apapachados por el presidente. No, no voy a votas compañeros, que quede claro.”- Y mi compa, ya casi con lágrimas en los ojos, volvió a su silla y se empujo los restos de su cuba y se sumió en sus pensamientos y en su estado de frustración. Yo también termine mi tequila y me puse a pensar en lo el compa había expresado tan vehementemente. Me dije que razón no le faltaba, porque el señor que habita en Los Pinos…Iba yo a seguir el hilo de mis pensamientos cuando María, la bella y altiva María, me puso unas rebanadas de queso Cotija y unas tortillas que humeaban de calientes. Eso me hizo pensar que no era bueno para el estómago pensar en los desatinos y desfiguros y la desfachatez de los funcionarios panistas en relación a los niños y niñas que fueron muertos por el incendio en Hermosillo. Sí, criminal la actitud de esos señores dueños y la impunidad manifiesta que existe en el país, ante eso, como digo, y dado que si uno protesta y dice ¡Ya basta! le echan a uno sesenta y siete años de cárcel por los cretinos jueces mexicas. No, mejor ver las piernas morenas de María, mejor escuchar en la rocola a Juanga y mejor empujarse otros tequilas y comerse unos tacos de queso Cotija con rajas de chile verde y algo de aguacate. Sí, mejor eso y no que las tripas y el higado terminen destrozados por las horribles cosas que pasan en este Mexicalpan de Las Ingratas. ¿No?Vale. Abur.

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